LA INTENSIDAD DE UNA TIERRA
© José Carlos García Rodríguez
Briones, en el extremo noroccidental de La Rioja Alta y en la margen derecha del río Ebro, fue el lugar donde el prestigioso enólogo Miguel Ángel de Gregorio descubrió en 1986 el terruño singular donde poder iniciar su personal proyecto bodeguero. Allí empezó a comprar pequeñas parcelas de viñedo viejo, iniciando los estudios que habrían de conducirle a la definición del modelo de vino a elaborar, siempre teniendo bien presente que éste debía ser reflejo y máxima expresión de la tierra y su vid.
Con
cerca de 70 hectáreas de viñedo repartidas en más de un centenar
de parcelas conformó Miguel Ángel de Gregorio su Finca Allende.
Son viñedos -Mártires, El Calvario y Aurius-
situados en colinas, sometidos a la influencia de los vientos
atlánticos gracias a sus orientaciones norte, noreste y noroeste,
donde se cultiva de forma casi exclusiva la variedad Tempranillo,
aunque también está presente la variedad Graciano y
pequeñas cantidades de Garnacha, Viura y Malvasía.
En
1995, de Gregorio lanzó su primer vino Allende con
el que revolucionaría el panorama de los vinos riojanos.
En años sucesivos fueron
apareciendo nuevos vinos como Mártires, Calvario,
Aurus o Allende
Nature, todos ellos acogidos
como rotundos ejemplos de la grandiosidad de los vinos llamados “de
pago” en el ámbito riojano donde hasta entonces imperaba la
concepción bordelesa del “terroir”. Siguiendo con su personal
estilo, Miguel Ángel de Gregorio conseguía que sus vinos fueran la
expresión de cada parcela y que mostrasen la singularidad de cada
pago; unos vinos caracterizados por su estructura, por sus taninos
muy marcados y por los aromas minerales que le son aportados por el
terruño de Briones. “Año a año, poda a poda, vendimia a
vendimia, intentamos extraer toda la esencia de cada una de nuestras
viñas para introducirla dentro de cada botella”, refiere de
Gregorio al hablar de sus vinos.
En Mis Grandes Vinos Españoles ya tuvimos la oportunidad de acercarnos al vino Calvario de Finca Allende (ver 20 de noviembre de 2017) a cuya cosecha de 2012 nos referimos en aquella ocasión. Hoy traemos a nuestro blog Mingortiz 2015, un monovarietal de Tempranillo que sigue el camino y el estilo creado en La Rioja por la maestría enológica de Miguel Ángel de Gregorio.
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ELABORACIÓN
Procede
de uvas de la variedad Tempranillo cultivadas en la finca
Mingortiz de suelo arcillo-calcáreo, con cepas plantadas en
1964. Vendimia manual, con selección de racimos a la entrada en
bodega. Encube en tina de roble francés con maceración
prefermentativa en frío (5ºC) durante seis días. Fermentación
controlada a 28º C durante dos semanas, con tres remontados diarios.
El vino se mantuvo en maceración con los hollejos durante 20 días,
efectuándose la fermentación maloláctica en barrica. Crianza
durante 16 meses en barricas bordelesas nuevas de roble francés. Se
embotelló sin filtración ni clarificación.
TIPO
DE VINO
Vino
tinto con crianza, monovarietal de Tempranillo, amparado por
la Denominación de Origen Calificada Rioja.
GRADUACIÓN
ALCOHÓLICA
15%
de alcohol en volumen.
PRESENTACIÓN
Botella
tipo borgoña de 75 cl.
NOTAS
SENSORIALES
Rojo
intenso con matices cárdenos, limpio y brillante. Franco y directo
en nariz, con notas balsámicas, frutos negros y compota, unidos a
recuerdos minerales. Gran armonía en boca, taninos sedosos e
intensos, paso de boca suave y voluminoso y largo final.
CONSUMO
Se
recomienda su servicio, previa decantación, a 17º C de temperatura.
Buen acompañante de asados, caza mayor y menor y quesos curados.
Vino de guarda.
PRECIO APROXIMADO
42
€
RELACIÓN
PRECIO/CALIDAD
Buena.
94
PUNTOS
FINCA
ALLENDE
Plaza
Ibarra nº 1,
26330
BRIONES (La Rioja)