sábado, 24 de febrero de 2018

MINGORTIZ 2015

LA INTENSIDAD DE UNA TIERRA


© José Carlos García Rodríguez






Briones, en el extremo noroccidental de La Rioja Alta y en la margen derecha del río Ebro, fue el lugar donde el prestigioso enólogo Miguel Ángel de Gregorio descubrió en 1986 el terruño singular donde poder iniciar su personal proyecto bodeguero. Allí empezó a comprar pequeñas parcelas de viñedo viejo, iniciando los estudios que habrían de conducirle a la definición del modelo de vino a elaborar, siempre teniendo bien presente que éste debía ser reflejo y máxima expresión de la tierra y su vid.

Con cerca de 70 hectáreas de viñedo repartidas en más de un centenar de parcelas conformó Miguel Ángel de Gregorio su Finca Allende. Son viñedos -Mártires, El Calvario y Aurius- situados en colinas, sometidos a la influencia de los vientos atlánticos gracias a sus orientaciones norte, noreste y noroeste, donde se cultiva de forma casi exclusiva la variedad Tempranillo, aunque también está presente la variedad Graciano y pequeñas cantidades de Garnacha, Viura y Malvasía.

En 1995, de Gregorio lanzó su primer vino Allende con el que revolucionaría el panorama de los vinos riojanos. En años sucesivos fueron apareciendo nuevos vinos como Mártires, Calvario, Aurus o Allende Nature, todos ellos acogidos como rotundos ejemplos de la grandiosidad de los vinos llamados “de pago” en el ámbito riojano donde hasta entonces imperaba la concepción bordelesa del “terroir”. Siguiendo con su personal estilo, Miguel Ángel de Gregorio conseguía que sus vinos fueran la expresión de cada parcela y que mostrasen la singularidad de cada pago; unos vinos caracterizados por su estructura, por sus taninos muy marcados y por los aromas minerales que le son aportados por el terruño de Briones. “Año a año, poda a poda, vendimia a vendimia, intentamos extraer toda la esencia de cada una de nuestras viñas para introducirla dentro de cada botella”, refiere de Gregorio al hablar de sus vinos.


En Mis Grandes Vinos Españoles ya tuvimos la oportunidad de acercarnos al vino Calvario de Finca Allende (ver 20 de noviembre de 2017) a cuya cosecha de 2012 nos referimos en aquella ocasión. Hoy traemos a nuestro blog Mingortiz 2015, un monovarietal de Tempranillo que sigue el camino y el estilo creado en La Rioja por la maestría enológica de Miguel Ángel de Gregorio.

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ELABORACIÓN
Procede de uvas de la variedad Tempranillo cultivadas en la finca Mingortiz de suelo arcillo-calcáreo, con cepas plantadas en 1964. Vendimia manual, con selección de racimos a la entrada en bodega. Encube en tina de roble francés con maceración prefermentativa en frío (5ºC) durante seis días. Fermentación controlada a 28º C durante dos semanas, con tres remontados diarios. El vino se mantuvo en maceración con los hollejos durante 20 días, efectuándose la fermentación maloláctica en barrica. Crianza durante 16 meses en barricas bordelesas nuevas de roble francés. Se embotelló sin filtración ni clarificación.

TIPO DE VINO
Vino tinto con crianza, monovarietal de Tempranillo, amparado por la Denominación de Origen Calificada Rioja.

GRADUACIÓN ALCOHÓLICA
15% de alcohol en volumen.

PRESENTACIÓN
Botella tipo borgoña de 75 cl.

NOTAS SENSORIALES
Rojo intenso con matices cárdenos, limpio y brillante. Franco y directo en nariz, con notas balsámicas, frutos negros y compota, unidos a recuerdos minerales. Gran armonía en boca, taninos sedosos e intensos, paso de boca suave y voluminoso y largo final.

CONSUMO
Se recomienda su servicio, previa decantación, a 17º C de temperatura. Buen acompañante de asados, caza mayor y menor y quesos curados. Vino de guarda.

PRECIO APROXIMADO

42 €

RELACIÓN PRECIO/CALIDAD
Buena.


94 PUNTOS


FINCA ALLENDE
Plaza Ibarra nº 1,
26330 BRIONES (La Rioja)