lunes, 26 de febrero de 2018

CONDE DE LOS ANDES 2013

 NUEVA IMAGEN DE UNA MARCA HISTÓRICA


© José Carlos García Rodríguez




Tres antiguos edificios y una espectacular trama de calados subterráneos conforman las Bodegas Ollauri-Conde de los Andes, situada en el barrio de bodegas de la localidad riojana de Ollauri, a poca distancia de Haro y Briones, desde donde se domina el ancho valle del Ebro. Larga es la historia de estas bodegas cuyos primeros calados subterráneos parece que se remontan nada menos que a finales de la Edad Media, estando datadas sus famosas galerías, a las que llaman “galerías de los gallegos”, a finales del siglo XVII o principios del XVIII, en la época de “La Rioja de los Hidalgos”. Probablemnte se debe a una de estas familias riojanas, los Paternina, la excavación de estos calados donde guardaban y envejecían los vinos que eran elaborados con las uvas de sus viñedos.
 
Al iniciarse la moderna etapa de los vinos de La Rioja, Federico Paternina funda a finales del siglo XIX la bodega que habría de llevar su nombre y que sería trasladada en 1922 a la población de Haro, dedicándose los calados de Ollauri al reposo y envejecimiento de los vinos ya embotellados. Más recientemente, en 1984, las Bodegas Paternina pasaron a manos de Marcos Eguizábal quien en 2014 las vende al Grupo Muriel junto con la marca Conde de los Andes así como con el stock contabilizado en 400.000 botellas, de las que un 10% corresponden a añadas anteriores a 1970, algunas a los años finales del siglo XIX.

Con sus nuevos propietarios se inició el estudio conducente al desarrollo de un nuevo proyecto vitivinícola. Se trataba de conseguir un vino tinto de acentuada singularidad y que, recuperando la marca Conde de los Andes, expresara tanto las cualidades del viñedo como la experiencia cosechera de esta zona privilegiada dentro de La Rioja Alta. Para ello se rehabilitaron las instalaciones de elaboración y se construyó una nueva nave de barricas. En el aspecto vitícola, el objetivo era contar con una materia prima de máxima calidad procedente de viñas locales que contribuyera al prestigio de una marca tan antigua y reconocida. Son pequeñas parcelas de viñedo viejo plantadas en parajes altos de los términos de Haro, Ollauri y Briñas, de los que nace una nueva interpretación del vino de La Rioja Alta.



Hoy, Ollauri-Conde de los Andes con su gran legado de la antigua Paternina se nos presenta como una de las grandes bodegas que han determinado la brillante historia de los vinos riojanos y cuya profunda renovación está simboliza en la actual gama de sus vinos y, muy especialmente en su marca histórica Conde de los Andes cuya añada de 2013 traemos a Nuestros Grandes Vinos Españoles.

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ELABORACIÓN
Procede de uvas de pequeñas parcelas de viñedo viejo. Vendimia manual, realizada a principios de octubre. La fermentación se prolongó durante 21 días en depósitos de acero inoxidable, realizándose remontados diarios para conseguir más extracción y mayor intensidad de color. Crianza durante 14 meses en barricas de roble francés, la mitad de ella nuevas. Afinamiento en botella durante 12 meses más.

TIPO DE VINO
Vino tinto con crianza, monovarietal de Tempranillo, amparado por la Denominación de Origen Calificada Rioja.

GRADUACIÓN ALCOHÓLICA
14 % de alcohol en volumen.

PRESENTACIÓN
Botella de 75 cl.

NOTAS SENSORIALES
Color rojo cereza de gran intensidad, limpio y brillante. Explosiva riqueza aromñática en nariz, con recuerdos de frutos rojos, ciruelas maduras y matorral de sotobosque. Estructurado y muy fresco en boca, con final persistente y postgusto largo, jugoso y muy agradable.

CONSUMO
Se recomienda su servicio a 17º C de temperatura. Armoniza bien con pastas y arroces de sabor potente, así como con embutidos ibéricos, quesos curados y carnes asadas y a la parrilla, estofados de carne y caza. Muy indicado para acompañar la sobremesa.

PRECIO APROXIMADO
21 €

RELACIÓN PRECIO/CALIDAD
Muy buena.


92 PUNTOS


BODEGAS OLLAURI-CONDE DE LOS ANDES
Sol de la Cabara, s/n
26220 OLLAURI (La Riojaq)


sábado, 24 de febrero de 2018

MINGORTIZ 2015

LA INTENSIDAD DE UNA TIERRA


© José Carlos García Rodríguez






Briones, en el extremo noroccidental de La Rioja Alta y en la margen derecha del río Ebro, fue el lugar donde el prestigioso enólogo Miguel Ángel de Gregorio descubrió en 1986 el terruño singular donde poder iniciar su personal proyecto bodeguero. Allí empezó a comprar pequeñas parcelas de viñedo viejo, iniciando los estudios que habrían de conducirle a la definición del modelo de vino a elaborar, siempre teniendo bien presente que éste debía ser reflejo y máxima expresión de la tierra y su vid.

Con cerca de 70 hectáreas de viñedo repartidas en más de un centenar de parcelas conformó Miguel Ángel de Gregorio su Finca Allende. Son viñedos -Mártires, El Calvario y Aurius- situados en colinas, sometidos a la influencia de los vientos atlánticos gracias a sus orientaciones norte, noreste y noroeste, donde se cultiva de forma casi exclusiva la variedad Tempranillo, aunque también está presente la variedad Graciano y pequeñas cantidades de Garnacha, Viura y Malvasía.

En 1995, de Gregorio lanzó su primer vino Allende con el que revolucionaría el panorama de los vinos riojanos. En años sucesivos fueron apareciendo nuevos vinos como Mártires, Calvario, Aurus o Allende Nature, todos ellos acogidos como rotundos ejemplos de la grandiosidad de los vinos llamados “de pago” en el ámbito riojano donde hasta entonces imperaba la concepción bordelesa del “terroir”. Siguiendo con su personal estilo, Miguel Ángel de Gregorio conseguía que sus vinos fueran la expresión de cada parcela y que mostrasen la singularidad de cada pago; unos vinos caracterizados por su estructura, por sus taninos muy marcados y por los aromas minerales que le son aportados por el terruño de Briones. “Año a año, poda a poda, vendimia a vendimia, intentamos extraer toda la esencia de cada una de nuestras viñas para introducirla dentro de cada botella”, refiere de Gregorio al hablar de sus vinos.


En Mis Grandes Vinos Españoles ya tuvimos la oportunidad de acercarnos al vino Calvario de Finca Allende (ver 20 de noviembre de 2017) a cuya cosecha de 2012 nos referimos en aquella ocasión. Hoy traemos a nuestro blog Mingortiz 2015, un monovarietal de Tempranillo que sigue el camino y el estilo creado en La Rioja por la maestría enológica de Miguel Ángel de Gregorio.

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ELABORACIÓN
Procede de uvas de la variedad Tempranillo cultivadas en la finca Mingortiz de suelo arcillo-calcáreo, con cepas plantadas en 1964. Vendimia manual, con selección de racimos a la entrada en bodega. Encube en tina de roble francés con maceración prefermentativa en frío (5ºC) durante seis días. Fermentación controlada a 28º C durante dos semanas, con tres remontados diarios. El vino se mantuvo en maceración con los hollejos durante 20 días, efectuándose la fermentación maloláctica en barrica. Crianza durante 16 meses en barricas bordelesas nuevas de roble francés. Se embotelló sin filtración ni clarificación.

TIPO DE VINO
Vino tinto con crianza, monovarietal de Tempranillo, amparado por la Denominación de Origen Calificada Rioja.

GRADUACIÓN ALCOHÓLICA
15% de alcohol en volumen.

PRESENTACIÓN
Botella tipo borgoña de 75 cl.

NOTAS SENSORIALES
Rojo intenso con matices cárdenos, limpio y brillante. Franco y directo en nariz, con notas balsámicas, frutos negros y compota, unidos a recuerdos minerales. Gran armonía en boca, taninos sedosos e intensos, paso de boca suave y voluminoso y largo final.

CONSUMO
Se recomienda su servicio, previa decantación, a 17º C de temperatura. Buen acompañante de asados, caza mayor y menor y quesos curados. Vino de guarda.

PRECIO APROXIMADO

42 €

RELACIÓN PRECIO/CALIDAD
Buena.


94 PUNTOS


FINCA ALLENDE
Plaza Ibarra nº 1,
26330 BRIONES (La Rioja)




viernes, 23 de febrero de 2018

MANZANILLA PASADA PASTORA

EL CARÁCTER DE LA TRADICIÓN




© José Carlos García Rodríguez






Hace casi veinte años que Barbadillo lanzó al mercado sacas periódicas de “manzanilla en rama”, conviertiéndose en la bodega pionera en embotellar de esta forma el genuino vino de Sanlúcar de Barrameda. Con estos vinos, el consumidor podía comprobar los matices diferenciadores de la manzanilla según fuese la estación del año en que se efectuaba la saca.

Recientemente, continuando con la recuperación de las más puras tradiciones manzanilleras, Barbadillo ha empezado a comercializar una de sus marcas más antiguas. Se trata de Pastora, la primera manzanilla embotellada en la larga historia de la bodega. Según consta en documentos de la empresa, las primeras botellas de Manzanilla Pastora salieron al mercado nada menos que en 1827, cuando apenas habían transcurrido seis años desde que se había establecido en Sanlúcar el burgalés Benigno Barbadillo Hortigüela, fundador de las Bodegas Barbadillo.

Pastora llegaría a ser con el tiempo una de las grandes marcas de manzanilla, una marca clásica cuando el vino de Sanlúcar era la esencia del ser y el sentir de la Baja Andalucía, un vino de presencia inexcusable en los brindis de postín, en las juergas flamencas que se prolongaban hasta el alba, en las romerías y en las ferias. Esta primera manzanilla embotellada por Barbadillo nació en la bodega que le da nombre, la bodega La Pastora, situada junto al Castillo de Santiago. Y en esa misma bodega del Barrio Alto sanluqueño, tan propicia para la maduración de la manzanilla, se sigue criando Pastora, una manzanilla que los más veteranos bebedores echaban de menos.


La Manzanilla Pastora, por su edad, es una manzanilla pasada. Su larga crianza biológica se prolonga durante nueve años, un tiempo en el que este vino permanece bajo “velo de flor” siguiendo el sistema de criaderas y soleras, o de clases, que es el tradicional en el Marco de Jerez. Hasta tres años más que la famosa Manzanilla Solear, la gran marca de Barbadillo, permanece Pastora en sus soleras antes de ser embotellada, sin filtrar, para llegar al consumidor con sus acusados matices y la exclusiva personalidad de una excelente manzanilla que es un claro ejemplo de la vuelta al origen y al sabor tradicional que nos remite a otros tiempos.

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ELABORACIÓN
Procede de uvas de la variedad Palomino Fina o Listán de los viñedos propios de Bodegas Barbadillo. Crianza biológica, bajo velo de flor en botas de roble americano, por el tradicional sistema de criaderas y soleras. El vino permanece en crianza durante un tiempo medio de nueve años antes de ser embotellado en rama, sin filtrar.

TIPO DE VINO
Vino monovarietal de Palomino Fina (100%), tipo manzanilla, amparado por la Denominación de Origen Manzanilla de Sanlúcar.

GRADO ALCOHÓLICO
15% de alcohol en volumen.

PRESENTACIÓN
Botellas de 37,5 cl.

NOTAS SENSORIALES
Color dorado muy intenso, limpio y brillante. Recuerdos de levaduras y notas salinas en nariz. Suave entrada y permanencia en boca, repitiéndose las notas salinas con recuerdos a nueces y camomila. Final largo y cálido.

CONSUMO
Se recomienda su servicio a temperatura de 10-12º C. Excelente acompañante de mariscos, atún rojo a la plancha y parrillada de verduras. Como aperitivo armoniza a la perfección con el jamón ibérico, la mojama y los frutos secos.

PRECIO APROXIMADO
13,50 €

RELACIÓN PRECIO/CALIDAD
Excelente.


95 PUNTOS


BODEGAS BARBADILLO

Luis de Eguílaz, 11

11540 Sanlúcar de Barrameda (Cádiz)


www.barbadillo.com



miércoles, 21 de febrero de 2018

AZPILICUETA RESERVA 2013

UN CLÁSICO ENSAMBLAJE De LA RIOJA


© José Carlos García Rodríguez





El nombre de la Bodega Azpilicueta nos remite a uno de los personajes más relevantes de la historia de los vinos riojanos: Félix Azpilicueta Martínez, quien supo trasladar a La Rioja una gran experiencia vitivinicultora que había adquirido durante su permanencia en Burdeos. De vuelta a su tierra, Azpilicueta compró unos viñedos y fundó en 1881 una pequeña bodega, la Bodega del Romeral, desde la que inició las primeras exportaciones de vino riojano. Gracias a su gran visión comercial y a su trabajo, Azpilicueta logró transformar su bodega primitiva en una marca que gozaría de gran reconocimiento y prestigio en el mundo del vino.

Hace apenas 30 años, Bodegas AG, sucesora de la primitiva Azpilicueta, se planteó desarrollar en La Rioja Alta una gama de vinos capaces de recuperar el clásico estilo de los vinos de crianza y reserva de la zona. Como base para esta recuperación se fijó el respeto a las variedades Tempranillo, Graciano y Mazuelo, las tradicionales de La Rioja, de cuyo ensamblaje se pudiese conseguir el máximo potencial de cada una de ellas.

La nueva bodega, armónicamente integrada en el paisaje riojano, quedó inaugurada en el año 2001. En ella quedaría materializada la visión compartida del renombrado arquitecto riojano Ignacio Quemada y de la famosa enóloga logroñesa Elena Adell a quien se deben los vinos de Azpilicueta, caracterizados por su personalidad, estructura y complejidad y que son obtenidos en elaboraciones muy cuidadas, con la mejor selección de uvas de los viñedos situados en la localidad de Fuenmayor.


Además de la variedad Tempranillo que es la indiscutible reina de la Denominación de Origen Calificada Rioja, en las 800 hectáreas de viñedos cultivados por Azpilicueta se encuentran las variedades Graciano, que aporta a los vinos estructura y potencial de envejecimiento, y la Mazuelo, que da intensidad a los ensamblajes. Con las variedades de uva y sus diversas expresiones derivadas de una tierra con variadas composiciones y diferentes altitudes y orientación, se elaboran en esta bodega unos vinos que, como este Azpilicueta Reserva 2013, siguen la esencia tradicional de los vinos riojanos, logrando emocionar y provocar la curiosidad del consumidor.

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ELABORACIÓN
Elaborado con uvas de las variedades Tempranillo, Graciano y Mazuelo procedentes de los viñedos de Fuenmayor. Fermentación durante tres semanas a temperatura controlada (entre 28º y 30ºC). Crianza de 16 meses en barricas de roble francés y americano, con diferentes tostados y reposo en botella durante 20 meses más antes de salir al mercado.

TIPO DE VINO
Vino tinto con crianza amparado por la Denominación de Origen Calificada Rioja.

GRADUACIÓN ALCOHÓLICA
14% de alcohol en volumen.

PRESENTACIÓN
Botella de 75 cl.

NOTAS SENSORIALES
Presenta un intenso color rojo rubí con reflejos teja. En nariz posee unos aromas sutiles a vainilla y membrillo. En boca es suave, sedoso y de agradable persistencia.

CONSUMO
Se recomienda su servicio a temperatura de 16-17º C. Buen acompañante de carnes blancas y rojas, caza, asados de cordero, cerdo o buey, aves, setas y quesos curados y azules.

PRECIO APROXIMADO
12,50 €

RELACIÓN PRECIO/CALIDAD
Muy buena.



90 PUNTOS


BODEGAS AZPILICUETA
Camino de La Puebla, nº 50
26006 LOGROÑO (La Rioja)

martes, 20 de febrero de 2018

PINTIA 2013

SUTILIDAD Y ELEGANCIA DE LA TINTA DE TORO



© José Carlos García Rodríguez





El proyecto de Bodegas Pintia se remonta a mediados de los años 90 del pasado siglo cuando la familia Álvarez, propietaria de Vega Sicilia, pensó en la instalación de una nueva bodega. El lugar que finalmente sería elegido fue San Román de Hornija, una población vallisoletana cercana al cauce del Duero que está incluida dentro de los límites de la Denominación de Origen Toro, a unos escasos 100 kilómetros de distancia de la bodega ya existente en la Ribera del Duero.

Localizado el lugar, los propietarios de Vega Sicilia comenzaron a comprar viñedos viejos, llegándose a completar el centenar de hectáreas con las que Pintia cuenta actualmente. Los suelos de las parcelas de Tinta de Toro adquiridas en este páramo son depósitos aluviales con abundancia de cantos rodados, formando parte en buena medida de terrazas altas del rio Duero con acumulaciones arenosas en superficie. Las condiciones climáticas del lugar se caracterizan por el extremado frío en invierno, intenso calor en verano y escasez de lluvias.

Al tiempo que fueron adquiriéndose los viñedos, los técnicos de la bodega iniciaron los primeros estudios conducentes al conocimiento del potencial de los vinos y experimentar con un estilo que vería finalmente la luz en el año 2004 en que salen al mercado las 40.000 botellas de la cosecha de 2001, primera de las añadas de Pintia elaborada en una bodega que hoy cuenta con las más modernas instalaciones, con unos viñedos muy cuidados y unos excelentes profesionales.

Con la aparición del primer Pintia, junto a otros excelentes vinos toresanos que también empezaron a elaborarse por aquellos años, quedó confirmada la sutilidad y la elegancia de la que era capaz la variedad Tinta de Toro cuando sus posibilidades son conocidas y se trabaja con respeto y seriedad. Con la potencia y la elegancia de Pintia se elevaron los estándares de calidad de los vinos de la Denominación de Origen Toro hasta unos límites que eran insospechados hasta entonces.


La añada 2013 de Pintia, objeto de nuestra atención, se caracteriza por su estructura y personalidad especialmente fresca, con nervio y gran recorrido. En la viña, tras un invierno lluvioso y suave comenzó la primavera con cierto retraso vegetativo, consiguiéndose el equilibrio gracias al calor de los meses de agosto y septiembre. La vendimia comenzó el 26 de septiembre y finalizó el 15 de octubre, unos días que señalaron su momento óptimo para no perder la frescura de los aromas ni la acidez del vino.

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ELABORACIÓN
Las uvas, vendimiadas a mano y seleccionadas en el viñedo, se someten a una doble selección en bodega y son refrigeradas para preservar su intensidad frutal. Fermentación en acero inoxidable y roble. Para pulir su crianza, la maloláctica se realiza en 70% barrica de roble francés, 25% roble americano y 5% en roble húngaro. Crianza alrededor de un año en madera mayoritariamente francesa. Tras su embotellado en abril de 2015 el vino permaneció en botellero hasta alcanzar un estado perfecto para su consumo.

TIPO DE VINO
Vino tinto con crianza, monovarietal de Tinta de Toro, amparado por la Denominación de Origen Toro.

GRADUACIÓN ALCOHÓLICA
14,5 % de alcohol en volumen.

PRESENTACIÓN
Botella bordelesa de 75 cl.

NOTAS SENSORIALES
Pintia 2013 es un vino de gran intensidad de color y con una profunda capa. La nariz es franca y expresiva con aromas intensos a fruta y bosque bien fusionados con una madera sutil. Añada con estructura y personalidad muy presentes, especialmente fresca, con nervio, elegante y con gran recorrido.

CONSUMO
Se aconseja su servicio a 16º C de temperatura. Buen acompañante de caza mayor y menor, carne a la parrilla, asados y quesos curados. Este vino está apto para beber actualmente pero tiene un potencial de guarda de 10 años si se conserva en óptimas condiciones (12-14ºC) a 60% de humedad relativa, sin oscilaciones de temperatura.

PRECIO APROXIMADO
36 €

RELACIÓN PRECIO/CALIDAD
Muy buena.


94 PUNTOS


BODEGA Y VIÑEDOS PINTIA, S.A.
Ctra. de Morales, s/n
47530 SAN ROMÁN DE HORNIJA (Valladolid)